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jueves, 10 de julio de 2014

FIESTAS DE SANFERMIN. Una fiesta en la calle.


Por definición, Sanfermin es sinónimo de fiesta en la calle. Es una mezcla de carnaval, bacanal y cachondeo, favorecida -cómo no- por la generosa absorción de bebidas con muchos grados.

"Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, seis de junio, siete de julio San Fermín. A Pamplona hemos de ir con una media, con una media, a Pamplona hemos de ir con una media y un calcetín"

Las fiestas se celebran en honor a San Fermín, patrón de Navarra, y conviven muy bien la parte religiosa con la juerga salvaje, incluso hay gente que acude a las dos. 
La juerga consiste, como en todas partes, en alcohol, música y la gracia que le pongas tú. No tiene otro secreto. Quizás lo más sorprendente es lo pacífica que es: a pesar de la descomunal borrachera colectiva, no hay muchas broncas, aunque sí bastantes accidentes. La única regla de oro es vivir y dejar vivir; pasártelo lo mejor que puedas y dejar a los demás que hagan lo mismo. No hay más que dejarse llevar por el ambientillo sanferminero. La juerga alcohólica se concentra en la parte vieja de la ciudad, aunque también la hay, más tranquila y descongestionada, en algunos barrios. En general en sanfermines cualquier zona es buena para tomarse unos potes y pegarse unos bailoteos con los amigos.
Además, Sanfermin es conocido internacionalmente por la celebración del encierro, la carrera en la que los toros corren por algunas calles de la parte vieja de la ciudad. Los encierros se celebran desde el 7 de julio hasta el 14, a las 8.00 de la mañana. El día 6 a las 12.00 del mediodía empiezan las fiestas con el Txupinazo. Ese día no hay encierro, pero sí mucha juerga.





Pañuelo rojo en Sanfermin
El pañuelo rojo es un distintivo de la vestimenta típica de las fiestas de Sanfermin, tanto, que la tradición dice que lo puedes llevar anudado al cuello mientras las fiestas estén vivas.

Es por ello que antes del lanzamiento del cohete la gente lo lleva en la muñeca, en el bolsillo o en la mano, y los exhibe al aire cuando quien se encarga de inaugurar las fiestas grita: "Viva San Fermín, Gora San Fermín". Una vez que empieza la fiesta el pañuelo ocupa su sitio en el cuello o la cabeza o como la imaginación y la moda estime oportuno.
Además de quedar bien con el blanco y de teñir la ropa, si es de mala calidad y lo lavas con lo claro a más de treinta grados, el pañuelo tiene un origen religioso. Según el párroco de la Iglesia de San Lorenzo de Pamplona, que es donde se encuentra la capilla en honor a San Fermín, Jesús Labari: "No se sabe a ciencia cierta y con hechos probados el momento en el que se comenzó a usar el pañuelo, pero sí conocemos sus motivos. Para las ceremonias religiosas en honor a un santo, si éste ha sido mártir y ha muerto por sus creencias, los sacerdotes nos vestimos de rojo. En el caso de las fiestas en honor a San Fermín así lo hacemos porque sufrió martirio y lo del pañuelo rojo es una interpretación de la gente de esta costumbre religiosa."
Se sabe que el pañuelo rojo es anterior a la costumbre de vestir de blanco que es más reciente. De hecho, Miguel Javier Urmeneta, cuando era alcalde de Pamplona en la década de los sesenta, procuró que las peñas extendieran el uso de la vestimenta blanca y lo consiguió.





Además hay otras teorías que apoyan lo de los pañuelos. Algunos creen que sirve para citar al toro ya que al parecer los morlacos van al rojo. Hay que recordar que se recomienda en el encierro correr sin faja y pañuelo porque el toro te puede enganchar precisamente de allí, por lo que ésta teoría no es apoyada por muchas personas.
Otras gentes de Pamplona refuerzan la idea del pañuelo en una costumbre de la ciudad de Pamplona que reforzaría la del martirio de San Fermín y que es la del Voto de las Cinco Llagas. Éste se instauró en 1599 como acción de gracias por la erradicación de una epidemia de peste que mató a un tercio de la población de Pamplona. Fue más efectivo que los medicamentos -que no había- colocar en el pecho de los enfermos un sello con la representación de las Cinco Llagas de Cristo. Dada la efectividad de la medida y en agradecimiento, las autoridades de la Ciudad decidieron celebrar perpetuamente este voto llamado "de las Cinco Llagas". La representación de éstas llagas es precisamente muy similar a como queda un pañuelo al cuello.