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miércoles, 23 de diciembre de 2015

NOCHE DE RÁBANOS. Una fiesta tradicional oaxaqueña.


La Noche de Rábanos es una fiesta tradicional Oaxaqueña de sello netamente popular en la que los hortelanos y floricultores exhiben el talento artístico de sus manos con diseños especiales realizados en rábano, flor inmortal y el totomoxtle. La exhibición dura sólo unas horas, pero congrega prácticamente a todos los habitantes de la ciudad en el área del zócalo, quienes concurren con el objeto de admirar la creatividad de los participantes en este concurso que año con año se realiza el 23 de diciembre.

Algunos autores mencionan certámenes coloniales de hortalizas, los frailes (en particular los dominicos) fueron los que enseñaron el cultivo de las flores y de las hortalizas, algunas traídas de España a los grupos de naborías (indígenas zapotecos y mixtecos) que servían en las casas de los vecinos. A ellos se les concedió por mandato del Virrey Luis de Velasco, el 7 de julio de 1563, las tierras cercanas a las haciendas de la Noria y Cinco Señores, fundándose así el pueblo de Trinidad de las Huertas o de las Naborías. Fue en este lugar que se agruparon todos los agricultores dedicados a la horticultura y floricultura.






Sobre su origen, diversas versiones coinciden que la costumbre de los rábanos y sus diseños originales tienen su arraigo en el mercado de la Vigilia de Navidad que se realizaba precisamente cada 23 de diciembre.

La usanza antigua de los oaxaqueños era la de asistir a las calendas y a la misa de Gallo. La cena de Navidad surgió mucho después. Los comerciantes llevaban a vender en la Plaza de Armas de la Vieja Antequera el pescado seco salado, imprescindible en las comidas de vigilia, además de las verduras necesarias para complementar el menú. Los hortelanos de la Trinidad de las Huertas llevaban sus verduras, expendiéndolas en puestos colocados con este objetivo.
Con el propósito de hacer más atractivos sus puestos, los hortelanos empezaron a crear figuras con los rábanos, adornándolos con hojitas de coliflor y florecitas hechas de cebollas tiernas. Colocaban rábanos, lechugas, nabos, cebollas, etc., todo de manera artística, sin olvidar los canastos de flores, que eran cultivadas con esmero.


Este hábito fue arraigándose, más y más con el paso de tiempo, llegando a un punto que las amas de casa buscaban estas figuras para adornar sus mesas. Según fuentes fidedignas del libro “Noche de Rábanos” escrito por el Prof.. Alejandro Méndez Aquino, se tiene conocimiento que el 23 de diciembre de 1897, el entonces Presidente Municipal, Don Francisco Vasconcelos Flores, organizó la primera exposición en la cual participaron los horticultores, exponiendo sus inigualables y curiosas creaciones con rábanos en forma de representaciones navideñas, personas, animales, danzas y otro tipo de escenas que les dictaba la imaginación.
En aquella época acontecida en la historia de Oaxaca, la primera exposición al aire libre de la Noche de Rábanos se llevó a cabo en la Plaza del Marqués o la Plaza de las Armas, hoy Plaza de la Constitución.



Después del primer concurso de floricultura, se hizo costumbre que se celebre año con año.
Hace algún tiempo se propusieron dos categorías más; Flor Inmortal y Totomoxtle; la Flor Inmortal es una flor de la región que a través de un proceso natural se deshidrata y con ella se elaboran una gran variedad de figuras y adornos tradicionales. El Totomoxtle es la cáscara u hoja que cubre el elote; también se seca la hoja de manera natural y con ellas se hacen figuras con motivos similares a las del rábano y de la flor inmortal.
Las obras que los hortelanos y floricultores presentan son inspirados en motivos acordes a la temporada navideña: como el Nacimiento, la Llegada de los Tres Reyes Magos, las Tradiciones Oaxaqueñas, como la Festividad de la Virgen de la Soledad, Día de Muertos, trajes típicos del Estado, Calenda y bailes, etc.



En la actualidad, el concurso es convocado por el Municipio de Oaxaca de Juárez, a través de la Coordinación General de Turismo y Fomento Económico, para que los horticultores participen en el concurso de las figuras de rábanos, flor inmortal y totomoxtle, que se lleva a cabo en la Plaza de la Constitución a un costado de la Catedral.
Cada una de las categorías tiene asignadas tres premios en efectivo y todos los participantes reciben un diploma, como estímulo a sus esfuerzos.
El primer paso es la siembra de la semilla de rábanos de diferentes calidades, entre los que se distingue uno por uno su color rojo obscuro y de corteza gruesa. Muchos de estos ejemplares llegan a medir cincuenta centímetros y a pesar hasta tres kilogramos. Este tipo de rábano es el que se utiliza para la elaboración de las figuras. Hasta hace pocos años los horticultores que participaban en el certamen sembraban de manera particular los rábanos. En la actualidad la siembra se realiza en el Bosque el “Tequio” ubicado en las afueras de la ciudad. El Municipio de Oaxaca recibe en préstamo una vasta extensión de terreno para la siembra del rábano que será entregado a los concursantes. Generalmente la siembra simbólica la realiza el Presidente Municipal los primeros días de octubre.
Esta festividad da inicio con la siembra simbólica que realiza el Presidente Municipal, la siembra se realiza con tres meses de anticipación para obtener el tamaño y peso adecuado del rábano. Los hortelanos que participan en la Fiesta de la “Noche de Rábanos” empiezan a prepararse. Cuando faltan tres días para la festividad, se inicia el proceso de la hechura y moldeado de cada una de las figuras de los rábanos. Este es meditado cuidadosamente de acuerdo al tema que se desea presentar. Para lograr estas obras se requiere de habilidad, imaginación y tiempo.
Durante horas que preceden a la instalación de los puestos donde se exhibirán los trabajos inscritos en el concurso, entre el público que comienza a congregarse.



Existe un ambiente de expectativa por lo que vendrá; en el aire flota la curiosidad por presenciar las obras que presentarán los hortelanos y los diseños de quienes trabajan la flor inmortal y el totomoxtle.
Conforme comienzan a instalarse los participantes, la curiosidad es grande y frente a cada puesto se aglomeran los espectadores.
Alrededor de las cuatro de la tarde, los jueces inician su recorrido para decidir quiénes serán los premiados. Labor sumamente difícil por la creatividad y belleza de los diseños ya que son muchos los que merecen llevarse el primer lugar.
Las filas de espectadores se forman y en completo orden las personas realizan su recorrido lento alrededor de los puestos, admirando los trabajos. No corre prisa, es una noche para disfrutarla a plenitud. Antes de la entrega de premios, el Gobernador, el Presidente Municipal, autoridades e invitados especiales recorren los puestos, deteniéndose en cada uno de ellos para hacer preguntas, admirar y felicitar a los participantes.
Es una fiesta de color y creatividad, en la que las autoridades conviven intensamente el momento con sus conciudadanos y visitantes. Es sin duda alguna, una convivencia cultural sin distinciones de clases sociales.
Llega el momento esperado por todos, la entrega de premios. Aplausos, música y rostros satisfechos. Para los que no ganan los tres primeros lugares siempre queda la esperanza de obtenerlo el siguiente año. Los concurrentes aguardan sin prisa el momento que los juegos pirotécnicos empiecen.







miércoles, 25 de noviembre de 2015

LOI KRATHONG. El festival con sabor a tradición.


Noviembre es el mes del fin del monzón y para celebrarlo Tailandia pone en marcha, año tras año, Loi Krathong. Un espectáculo único que en esta ocasión tendrá lugar durante la semana del 25 de noviembre en distintas ciudades del país. Las más importantes: Bangkok, Chiang Mai, Sukhothai, Ayuthaya, Tak, Samut Songkram y Ratchaburi, aunque todo Tailandia es una fiesta.
Es uno de los mayores festivales de Tailandia, tiene lugar en la luna llena del duodécimo mes lunar según el calendario budista, que normalmente suele caer en el mes de noviembre. Este año el acontecimiento tendrá lugar el próximo 25 de noviembre, aunque las celebraciones suelen comenzar varios días antes y terminar varios días después, dependiendo de cada ciudad.
En esa mágica noche se celebra el final de la época de lluvias y los tailandeses homenajean muy especialmente a Mae Khongkha, la diosa hindú de las Aguas, basándose en una ancestral costumbre brahamana que con el paso del tiempo se ha incorporado a los rituales budistas tradicionales. No obstante los orígenes del Loi Krathong no han sido esclarecidos del todo y hay varias leyendas fascinantes sobre ello. Algunos expertos especulan que es de origen hindú y basado en el ritual “Deepavalee” de la India, en el cual también se lanzan candiles a las cuencas fluviales en un acto de adoración a Trimurti – Brahma, Siva y Vishnu-. Según otra escuela de pensamiento, el ritual está basado en antiguas leyendas budistas y es emprendido para presentar respeto a la Huella Sagrada de Buda en la orilla del río mítico Nammadhammahantee. Sea el origen que sea, el resultado es un espectáculo tan espiritual como asombrosamente visual incluso para los más gnósticos y foráneos.




Para ello hacen flotar en cualquier caudal de agua, ya sea un río, estanque o lago el krathong, que consiste en una pequeña cesta a modo de barca, construida con hojas de banano. En su interior se colocan flores de loto, monedas, palillos de incienso, velas y papeles de colores, todo ello realizado con paciencia, cuidado y creatividad como si de una obra de arte se tratara. Su significado va más allá de lo estético, un krathong es una ofrenda mediante la cual se transmite agradecimiento por todo lo bueno, se comienza una nueva etapa y se ruega por dejar a un lado todo lo malo en una especie de renovación espiritual. Incluso algunos, llevados por la superstición, introducen en la cesta o krathong un trozo de pelo o de uña con la esperanza de librarse de cualquier golpe de la vida.
Todo el mundo es bien recibido en esta fiesta e incluso animan a los visitantes a realizar su propio krathong y observar cómo el agua se lo lleva junto a todos los demás.
Al arrojar al río miles de krathongs con sus velas encendidas se produce un hermosísimo espectáculo que crea “serpientes de luz” a lo largo y ancho de los cauces. Todo ello con la luna llena de fondo acompañada por música, bailes, desfiles, fuegos artificiales y chiringuitos donde probar todo tipo de delicias locales.
Aunque las celebraciones y ofrendas recorren todo el país, hay unos lugares especialmente mágicos para contemplar este espectáculo por su magnífico e histórico entorno, los cuales ofrecen las celebraciones con distintos matices propios de cada zona y con varios días de fiesta constante.




Así, por ejemplo en Sukhothai, uno de los más importantes escenarios, las actividades incluyen además de la ceremonia de la flotación del krathong, demostraciones de fuegos artificiales, juegos y competiciones locales en una espectacular puesta en escena. La belleza de este acontecimiento reside en el entorno ya que se realiza en el lago del parque histórico de Sukhothai, Patrimonio Mundial.
En Chiang Mai, una asombrosa procesión de linternas de papel iluminarán el cielo mientras que los ríos se inundarán de krathongs y alrededor de todo ello bailes, mercadillos y demostraciones de la auténtica cultura Lanna, propia del norte. 
En Chiang Mai, además se celebra en paralelo el Yi Peng que es también un momento para hacer méritos y donde la gente lanza al aire al estilo Lanna “linternas flotantes” llamadas khom loi. Es un espectáculo mágico para contemplar en Chiang Mai, con el curso del agua y el cielo nocturno iluminado con muchas luces parpadeantes tanto de las balsas Loi Krathong como de las linternas Yi Peng.





En Bangkok la celebración se concentrará en el río Chao Phraya, donde se preparan diferentes escenarios y habrá espectáculos de fuegos artificiales. En Suan Nakarapirom, en el distrito de Phra Nakhon, los turistas podrán vestirse con ropa thai tradicional para formar parte de una ceremonia ancestral. Hasta el famoso puente de Rama VIII se acercarán siete barcos en procesión con bonitas luces para iluminar el famoso río de los reyes.
En la zona central de Tailandia las provincias destacadas son Ayutthaya, Samut Songkram y Ratchaburi. En la ancestral ciudad de Ayutthaya se celebra el Bangsai Loi Krathong Tam Prathip Festival 2015, que ofrecerá durante cinco días pintorescas actividades culturales y divertidos concursos de belleza y arte. Samut Songkram presume de su celebración Kap Kluai Mueang Klong colocando en el río más de 200.000 krathongs hechos de troncos de bananos y todos ellos aspirantes a ser ganadores del concurso de krathongs. En la provincia de Ratchaburi la gente de la etnia Mon celebra el Loi Kratong Si y el Loi Kratong Sai, encendiendo velas alrededor de Wat Bot y dejando flotar los krathongs.

Feliz fin del monzón para todos!!!





miércoles, 1 de julio de 2015

HEIVA y TAHITI. Un festival de exótica cultura de Tahití y sus Islas.


Las sensuales danzas tahitianas son una pieza fundamental del Heiva i Tahití, el evento cultural y folclórico de mayor relevancia de las 118 islas enclavadas en el Pacífico Sur. Los misioneros británicos abolieron estos bailes por considerarlos impúdicos, pero no lograron matar su espíritu, ni el de las leyendas y menos aún la estirpe de la que hablan sus tatuajes.

Las muestras de la poderosa cultura de Tahití y sus islas se mantienen vivas gracias a festivales como el Heiva i Tahití, que vuelve fiel a su cita anual durante todo el próximo mes de julio, con un maratón de actos culturales y deportivos en la Isla Reina, Tahití.
La fiesta estuvo inicialmente ligada a la celebración del día de la Toma de la Bastilla instaurada por los colonos franceses en 1881. Desde ese año, los tahitianos dedican el mes de julio a los festejos populares, primero bajo el nombre de Tiurai y después rebautizado como Heiva i Tahiti en 1845, cuando proclamaron su autonomía.





Entre los actos más vistosos se encuentran las competiciones de danza, que volvieron a celebrarse a partir de la década de los 50 del siglo pasado. Las coreografías están cargadas de simbología. En sus distintas variantes hay bailes de ritmo frenético de grandes grupos, tanto de mujeres como de hombres (ote'a); danzas de gestos (aparima); bailes en semicírculo (hivinau), o sentados acompañados por música y cánticos (pa'o'a). Las espectaculares vestimentas son también parte del legado de la rica cultura tahitiana. Su presencia en el festival garantiza la supervivencia de las técnicas artesanas de elaboración de estos exóticos atuendos. 
Los “himene” son cánticos instaurados a principios del siglo XX nacidos de una fusión de músicas polifónicas tahitianas e himnos religiosos británicos. Muchas piezas cuentan leyendas de la cultura maorí, y son representadas en espectáculos de gran belleza. Existen diferentes modalidades: cantos a capela y coros de ritmo lento (himene ru'au), complejas estructuras musicales creadas por conjuntos de 60 a 80 personas (himene tarava), y composiciones de ritmo rápido interpretadas por 2 ó 3 personas, normalmente con instrumentos más modernos, como la guitarra, el ukelele, la armónica o el acordeón (ute).






Otro de los importantes apartados que componen el festival es el deportivo, donde se retoman costumbres ancestrales como el lanzamiento de jabalina, levantamiento de piedras o las conocidas carreras de canoas, consideradas el deporte rey en Tahití y sus islas. 
En estos encuentros aflora toda la creatividad, el buen humor y el espíritu festivo del isleño, así como un pasado que se ha ido enriqueciendo con historias de intrépidos navegantes y grandes migraciones. Los reñidos concursos perpetúan las costumbres de antaño y hacen que el nivel y la destreza de los participantes se superen en cada convocatoria.









jueves, 14 de mayo de 2015

BAY TO BREAKERS. La carrera más loca del mundo.


Un terremoto ocurrido en el año 1912 dejó sus secuelas en la sorprendente ciudad de San Francisco, aún más de cien años después. Tras años de desastre y desánimo, a partir de 1912 los pobladores de San Francisco decidieron organizar una extravagante carrera de disfraces para elevar el espíritu decaído de la ciudad. desde entonces, la carrera Bay to Breakers, con miles de personas disfrazadas corriendo por la ciudad, es uno de los eventos más esperados de cada año. También está permitido correr desnudo.




La carrera Bay to Breakers, se realiza de forma anual en San Francisco, California (Estados Unidos), partiendo desde el centro, a pocas cuadras de la zona conocida como "El Embarcadero", junto a la bahía, para terminar en la costa del Pacífico (en Great Highway), un trayecto con una extensión de 12 kilómetros que cada tercer domingo de mayo se llena de corredores un tanto extravagantes.
Aunque los corredores más entrenados acuden a la cita de Bay to Breakers sin nada llamativo, es tradición que miles de personas se presenten con elaborados disfraces realzando un clima festivo que se extiende durante toda la jornada.




En la carrera, existen modalidades tan curiosas como una competencia de corredores "ciempies", donde en una fila, un mínimo de 13 corredores atados por una soga deben avanzar con la diversión asegurada. La modalidad de carreras ciempies es a pesar de lo que podríamos pensar, una competencia exigente, una especialidad con buenos registros en la categoría femenina.



En Bay to Breakers, no faltan nunca los corredores disfrazados de personajes famosos, como Superman, Batman, la mujer maravilla o el hombre araña, además de los corredores salmón que avanzan en sentido contrario "contra corriente" identificados con sombreros. 
El punto de llegada para la mayoría de los corredores está coronado por un Foodstock, punto de encuentro con conciertos de diversos grupos musicales. 
San Francisco, es sin duda una de las ciudades más llamativas del país en cuanto a tradiciones y eventos originales.






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domingo, 8 de marzo de 2015

LOS KAZAJOS. Una tradición de caza milenaria.


En el extremo oeste de Mongolia sobrevive una pequeña comunidad de pastores de origen kazajo que sigue practicando el arte de la cetrería como modo de subsistencia. Se trata de una de las mayores alianzas vividas entre el ser humano y el animal; es el arte de criar, domesticar y enseñar a las aves rapaces a cazar. Una tarea complicada de la que surge una alianza que jamás se romperá.

Dicen que lo más complicado de todo el proceso es que el ave regrese al brazo de su amo, una técnica que requiere meses de práctica y que, a veces, ni se consigue. Los cetreros lo saben bien, ellos se encargan de domesticar a estas grandes aves señoriales como los halcones, los azores o las águilas reales con el objetivo de cazar a otros animales, ya sean otras aves o especies de tierra como liebres o conejos. Tras largas y duras semanas de entrenamiento, al final se forma una mágica relación de lealtad entre el animal y el hombre.






Esta ancestral práctica, que se puso de moda en la Edad Media entre la nobleza, ha sobrevivido al pasar de los años entre algunos de los amantes de la naturaleza. De hecho, en la actualidad, hay algunos países de tradición cetrera como Emiratos Árabes que ya han solicitado a la UNESCO que la cetrería sea nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial, una iniciativa a la que España también se ha adherido. No obstante, desde la Edad Media hasta la actualidad la práctica de la cetrería -aunque mantiene su esencia- ha cambiado bastante y se ha adaptado a los nuevos tiempos. Antiguamente, estas aves eran capturadas para luego ser entrenadas, algo que en estos momentos ocurre con menor frecuencia porque normalmente son criadas en cautividad. También ha cambiado el objetivo, antaño se usaban como método de subsistencia y hoy se ha convertido más en un deporte o incluso en una técnica disuasoria muy utilizada en algunos aeropuertos, como el de Barajas, que usa a estas majestuosas aves para ahuyentar a otras que podrían provocar accidentes durante las maniobras de despegue y aterrizaje.
Sin embargo, en algunas zonas del planeta la cetrería no ha cambiado tanto. Sólo hace falta indagar un poco para encontrar ejemplos de comunidades en las que esta práctica se mantiene intacta, como en Mongolia. Allí los descendientes de Gengis Khan siguen practicándolo como modo de subsistencia. Este inmenso territorio, cinco veces mayor que España, se extiende desde el mar Caspio hasta el oeste de la frontera con China. Al este de las colinas verdes de Altai, al norte de las montañas de los Urais y al sur del desierto de Kyzylkoum, se encuentra la mayor de las cinco repúblicas de la ex Unión Soviética, Kazaquistán. En esta tierra de contrastes donde se pueden ver las estepas con el desierto, el mar y las montañas, las nieves eternas y los bosques, una pequeña comunidad de pastores de origen kazajo sobrevive entre los valles de la provincia de Bayan Ölgii, en el extremo oeste de Mongolia.





Sometidos a condiciones climatológicas extremas, esta comunidad ha permanecido fiel a su identidad cultural y a su tradición nómada, constituyendo así el último bolsón de cultura kazaja en estado puro. Hoy los kazajos continúan practicando su deporte preferido, la caza con águilas, una tradición ancestral con más de 2.000 años de historia y motivo de gran orgullo y prestigio entre los hombres. Para los kazajos sus águilas son como el más valioso de sus amigos; comienzan la estación de caza en octubre y la terminan en abril, dejando descansar a las águilas en verano para cambiar el plumaje. Antes, han tenido que ser entrenadas e incluso cazadas, algo que requiere mucha práctica. Los mongoles esperan a que las aves hayan comido y no tengan fuerzas para volar, entonces les echan una red encima y las capturan. A continuación, las llevan a sus tiendas de campaña y las dejan allí dentro con el fin de que se adapten a los nuevos olores. Más adelante llega la fase de entrenamiento, cuando tienen que saber ir sobre el brazo a galope, para luego cazar y regresar con su amo. 
Al margen de esta tradición ancestral que confiere un gran valor a este modo de supervivencia, la cetrería en el resto de países se ha convertido más en un elemento cultural. Es por ello que existe cierta controversia con esta práctica que para algunos es equivalente a la caza. Una acusación que los cetreros rechazan ya que opinan que cetrería y medio ambiente son dos conceptos que están interrelacionados, ya que la actuación de las aves depredadoras favorece la conservación y el buen funcionamiento del ecosistema. También por su ayuda a la conservación de las aves rapaces, que en épocas anteriores casi llegaron a desaparecer.