Por definición, Sanfermin es sinónimo de fiesta en la calle. Es una mezcla de carnaval, bacanal y cachondeo, favorecida -cómo no- por la generosa absorción de bebidas con muchos grados.
"Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, seis de junio, siete de julio San Fermín. A Pamplona hemos de ir con una media, con una media, a Pamplona hemos de ir con una media y un calcetín"
Las fiestas se celebran en honor a San Fermín, patrón de Navarra, y conviven muy bien la parte religiosa con la juerga salvaje, incluso hay gente que acude a las dos.
La juerga consiste, como en todas partes, en alcohol, música y la gracia
que le pongas tú. No tiene otro secreto. Quizás lo más sorprendente es lo
pacífica que es: a pesar de la descomunal borrachera colectiva, no hay muchas
broncas, aunque sí bastantes accidentes. La única regla de oro es vivir y dejar
vivir; pasártelo lo mejor que puedas y dejar a los demás que hagan lo mismo. No
hay más que dejarse llevar por el ambientillo sanferminero. La juerga
alcohólica se concentra en la parte vieja de la ciudad, aunque también la
hay, más tranquila y descongestionada, en algunos barrios. En general en
sanfermines cualquier zona es buena para tomarse unos potes y pegarse unos
bailoteos con los amigos.
Además, Sanfermin es
conocido internacionalmente por la celebración del encierro, la carrera en
la que los toros corren por algunas calles de la parte vieja de la ciudad. Los
encierros se celebran desde el 7 de julio hasta el 14, a las 8.00 de la mañana.
El día 6 a las 12.00 del mediodía empiezan las fiestas con el Txupinazo.
Ese día no hay encierro, pero sí mucha juerga.
Pañuelo rojo en Sanfermin
El pañuelo rojo es un distintivo de la vestimenta
típica de las fiestas de Sanfermin, tanto, que la tradición dice que lo puedes
llevar anudado al cuello mientras las fiestas estén vivas.
Es por ello que
antes del lanzamiento del cohete la gente lo lleva en la muñeca, en el bolsillo
o en la mano, y los exhibe al aire cuando quien se encarga de inaugurar las
fiestas grita: "Viva San Fermín, Gora San Fermín". Una vez que
empieza la fiesta el pañuelo ocupa su sitio en el cuello o la cabeza o como la
imaginación y la moda estime oportuno.
Además de quedar
bien con el blanco y de teñir la ropa, si es de mala calidad y lo lavas con lo
claro a más de treinta grados, el pañuelo tiene un origen religioso. Según el
párroco de la Iglesia de San Lorenzo de Pamplona, que es donde se encuentra la
capilla en honor a San Fermín, Jesús Labari: "No se sabe a ciencia cierta
y con hechos probados el momento en el que se comenzó a usar el pañuelo, pero
sí conocemos sus motivos. Para las ceremonias religiosas en honor a un santo,
si éste ha sido mártir y ha muerto por sus creencias, los sacerdotes nos
vestimos de rojo. En el caso de las fiestas en honor a San Fermín así lo
hacemos porque sufrió martirio y lo del pañuelo rojo es una interpretación de
la gente de esta costumbre religiosa."
Se sabe que el
pañuelo rojo es anterior a la costumbre de vestir de blanco que es más
reciente. De hecho, Miguel Javier Urmeneta, cuando era alcalde de Pamplona en
la década de los sesenta, procuró que las peñas extendieran el uso de la
vestimenta blanca y lo consiguió.
Además hay otras
teorías que apoyan lo de los pañuelos. Algunos creen que sirve para citar al
toro ya que al parecer los morlacos van al rojo. Hay que recordar que se
recomienda en el encierro correr sin faja y pañuelo porque el toro te puede
enganchar precisamente de allí, por lo que ésta teoría no es apoyada por muchas
personas.
Otras gentes de
Pamplona refuerzan la idea del pañuelo en una costumbre de la ciudad de
Pamplona que reforzaría la del martirio de San Fermín y que es la del Voto de
las Cinco Llagas. Éste se instauró en 1599 como acción de gracias por la
erradicación de una epidemia de peste que mató a un tercio de la población de
Pamplona. Fue más efectivo que los medicamentos -que no había- colocar en el
pecho de los enfermos un sello con la representación de las Cinco Llagas de
Cristo. Dada la efectividad de la medida y en agradecimiento, las autoridades
de la Ciudad decidieron celebrar perpetuamente este voto llamado "de las
Cinco Llagas". La representación de éstas llagas es precisamente muy
similar a como queda un pañuelo al cuello.
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